jueves, 10 de octubre de 2024

El asombroso viaje de Pomponio Flato

El asombroso viaje de Pomponio Flato


En el siglo I de nuestra era, Pomponio Flato viaja por los confines del Imperio romano en busca de unas aguas de efectos portentosos

Ullals, Fenellasa, Fenellassa, Fenellosa, Beceite, Beseit, Parrizal, Parrissal

El azar y la precariedad de su fortuna lo llevan a Nazaret, donde va a ser ejecutado el carpintero del pueblo, convicto del brutal asesinato de un rico ciudadano (Georgius Podiolus). 

Muy a su pesar, Pomponio se ve inmerso en la solución del crimen, contratado por el más extraordinario de los clientes: el hijo del carpintero, un niño candoroso y singular, convencido de la inocencia de su padre, hombre en apariencia pacífico y taciturno, que oculta, sin embargo, un gran secreto.

Cruce de novela histórica, novela policíaca, hagiografía y parodia de todas ellas, El asombroso viaje de Pomponio Flato es la obra más insólita e inesperada de Eduardo Mendoza, y también una de las más ferozmente divertidas.

Como en el Quijote se ponían en solfa los libros de caballerías, aquí se ajustan las cuentas a muchas novelas de consumo, y se construye, al mismo tiempo, una nueva modalidad del género más característico de Eduardo Mendoza: la trama detectivesca original e irónica, que desemboca en una sátira literaria y en una desternillante creación de inagotable vitalidad novelesca.

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Una comedia ligera

Una comedia ligera

Una comedia ligera, Un fiel retrato de la posguerra a través de una mezcla de comedia colectiva e intriga policial.

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«Toda la peripecia de Una comedia ligera se desarrolla en unos pocos días de verano de un año de leve transición hacia una mayor apertura o, para ser más exactos, hacia una menor represión: dos momentos de relativa languidez. […] 

Desde el punto de vista literario no me interesa tanto enjuiciar una época como describirla.

Para conseguirlo, me propuse no relatar situaciones, sino reproducir lenguajes.»

Estamos en Barcelona, Barchinona, un verano de posguerra. Un distinguido comediógrafo, cuyas piezas quizá empiecen a quedar pasadas de moda, vive las perplejidades de la entrada en la edad otoñal, no menos que la indecisión y el titubeo entre simultáneos o sucesivos reclamos amatorios. Parece el esquema de una comedia burguesa de costumbres; pero la irrupción del crimen y la intriga policial convierte la indagación humana también en intermitente narración detectivesca

Una habilísima dosificación de los recursos expresivos permite poner en leve sordina la ironía y el humor sin desvanecerlos, dar su parte a la ambigüedad sin difuminar la pesquisa criminal, dejar constancia de los tics y los fastos de una época sin convertir el color local en el eje de la narración.